Ciudad de noche
En la noche resalta el perfil de la ciudad con los afilados pináculos de la catedral, las altas torres de sus iglesias románicas y los torreones de las casonas nobiliarias con el juego mágico de lo sugerido y lo obvio conseguido a través de una cuidada iluminación monumental.
La noche nos sirve para redescubrir la ciudad. Las viejas fachadas cubiertas de esgrafiado presentan un matiz especial, un nuevo color y textura. Se descubren rincones que a la luz del día han pasado desapercibidos, nuevas escenografías urbanas y un silencio roto por los numerosos toques de campanas de los conventos de la zona alta.