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Versión de 1982

Obra

Basada en un romance popular de los siglos XV-XVI conocido como Romance del Conde Flores o Romance de la Condesita, con múltiples versiones en España, Portugal y América.

Argumento

El Conde Flores recién casado parte a la guerra y de ella no volverá. La Condesita espera los tres años que le dijo el Conde y alguno más. Sus padres le piden que se case otra vez pero ella vestida con sayal marcha en su búsqueda por si vivo está. Lo haya al fin, rico, poseedor de un castillo y a punto de casar. La Condesita sin ser descubierta le pide la voluntad. Él, junto a su Novia, le da un real. Ella, no conforme, se descubre y el Conde cae a tierra fulminado. "Los amores primeros son muy malos de olvidar". Vuelve con la Condesita y la novia que se iba a casar sola se quedará.

Estreno

Esta 3ª versión, realizada con una nueva y sorprendente técnica, se estrena en el I Festival Internacional de Zamora (1982). Al grupo se incorporan sus 5 hijas como manipuladoras y narradora.

Figuras expuestas

Conde Flores y Condesita. Padre de la Condesita. Novia.

Principales representaciones

Escuela Artes y Oficios de Segovia, acompañamiento musical del grupo Hadit (1982).

Festivales de Florencia (1983) y de Bérgamo (1985).

I Festival Internacional de Segovia (1985, Titirimundi).

Festivales Internacionales de Tolosa (1984), Cádiz, Sevilla, Bilbao y Zaragoza (1985).

I Bienal Internacional de Évora (1987).

VIII Festival Mundial de Teatro de Marionetas. Charleville (Francia, 1988).

Fecha de construcción

1982

Técnica

Marionetas de peana y palancas con varillas a los brazos, adosadas al cuerpo del titiritero con un arnés. Vestidos realizados a mano por Matilde del Amo.

Versión de alumnos del Instituto Andrés Laguna de Segovia, 1980

Estreno

Una versión más del Romance de la Condesita tuvo lugar en octubre de 1980 como trabajo final del curso que Francisco Peralta impartiera a alumnos de 13 y 14 años en el Instituto Andrés Laguna de Segovia. La representación tuvo lugar dentro de una modesta programación que la compañía Libélula, dirigida por Julio Michel y Lola Atance, organizó en Segovia en aquellas fechas, como uno de los prolegómenos de lo que a partir de 1985 sería el Festival Internacional de Marionetas, Titirimundi.

Con materiales reciclados domésticos, trozos de maderas, varillas y tejidos se realizan los títeres, que luego fueron puestos en escena por los propios alumnos. Se puede admirar como en apenas unos días y con la ayuda de unos materiales tan sencillos Peralta fue capaz de lograr con aquellos jóvenes un resultado tan fresco como elegante.

Boceto para una figura del Romance de la Condesita.

Para poder admirar la arquitectura interior de estas figuras es preciso despojarlas de esos delicados ropajes con que Matilde del Amo, su esposa, las recubría.

Se puede observar el soporte que se coloca el manipulador sobre sus hombros para poder sujetar la marioneta y liberar sus brazos para la manipulación del cuerpo, la cabeza y los brazos. El manipulador queda enfrentado a la marioneta y así puede controlar los movimientos del títere. A la altura de la cara del manipulador quedan las trasmisiones que permiten la inclinación del cuerpo y los movimientos de la cabeza. Este montaje de la Condesita surge como espectáculo de calle, como lo son en la tradición popular los gigantes y cabezudos. Es importante la proporción vertical de estas marionetas en la que el manipulador se pierde mezclado entre el público.

Según lo requiere la dramaturgia estos títeres pueden cambiar la expresión de sus rostros con la ayuda de unas máscaras.

Una maquinaria que Francisco Peralta iba concibiendo en sus largas horas de taller, ensayando una y otra vez la movilidad y la expresión corporal de sus títeres hasta que llegaran a rozar la perfección.

Versión de alumnos del Instituto Andrés Laguna de Segovia, 1980

Estreno
Una versión más del Romance de la Condesita tuvo lugar en octubre de 1980 como trabajo final del curso que Francisco Peralta impartiera a alumnos de 13 y 14 años en el Instituto Andrés Laguna de Segovia. La representación tuvo lugar dentro de una modesta programación que la compañía Libélula, dirigida por Julio Michel y Lola Atance, organizó en Segovia en aquellas fechas, como uno de los prolegómenos de lo que a partir de 1985 sería el Festival Internacional de Marionetas, Titirimundi.
Con materiales reciclados domésticos, trozos de maderas, varillas y tejidos se realizan los títeres, que luego fueron puestos en escena por los propios alumnos. Se puede admirar como en apenas unos días y con la ayuda de unos materiales tan sencillos Peralta fue capaz de lograr con aquellos jóvenes un resultado tan fresco como elegante.

Figuras expuestas
Novia, Conde Flores, Condesita y Padre.

Principales representaciones
Representación única en octubre de 1980, en Segovia.

Técnica
Marionetas de varilla.

Boceto para una figura del Romance de la Condesita.

Para poder admirar la arquitectura interior de estas figuras es preciso despojarlas de esos delicados ropajes con que Matilde del Amo, su esposa, las recubría.
Se puede observar el soporte que se coloca el manipulador sobre sus hombros para poder sujetar la marioneta y liberar sus brazos para la manipulación del cuerpo, la cabeza y los brazos. El manipulador queda enfrentado a la marioneta y así puede controlar los movimientos del títere. A la altura de la cara del manipulador quedan las trasmisiones que permiten la inclinación del cuerpo y los movimientos de la cabeza. Este montaje de la Condesita surge como espectáculo de calle, como lo son en la tradición popular los gigantes y cabezudos. Es importante la proporción vertical de estas marionetas en la que el manipulador se pierde mezclado entre el público.
Según lo requiere la dramaturgia estos títeres pueden cambiar la expresión de sus rostros con la ayuda de unas máscaras.
Una maquinaria que Francisco Peralta iba concibiendo en sus largas horas de taller, ensayando una y otra vez la movilidad y la expresión corporal de sus títeres hasta que llegaran a rozar la perfección.